Ayer se celebró una manifestación en Leganés en defensa de la sanidad pública y como apoyo a los trabajadores del Severo Ochoa acusados de supuestas sedaciones irregulares. 11.000 personas, según la Policía Local y 5.000 según los cálculos de otros medios de comunicación participaron en esta multitudinaria marcha que terminó frente al hospital Severo Ochoa. En esta manifestación se solicitó la diminsión de Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, de Juan José Güemes, actual consejero y de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En definitiva, exigían dimisiones políticas por lo que consideran una acusación política a los profesionales del hospital de Leganés.
Precisamente Luis Montes, jefe de urgencias en el momento de producirse las acusasaciones y cesado en su puesto desde entonces, encabezaba la manifestación. Los organizadores se quejaban de que, a pesar de que el caso fue archivado al comprobarse la ausencia de irregularidades en las sedaciones aún las autoridades políticas responsables no sólo no han hecho nada por reparar el daño causado con aquella acusación falsa sino que ha habido numerosas declaraciones por parte de distintos cargos de la Comunidad de Madrid reafirmando las decisiones tomadas en aquel entonces y, en el mejor de los casos, negándo la implicación de la Comunidad en las acusaciones.