(Publicado en Diario ADN)
Una plaza de toros reconvertida en lugar de marcha. Más de 50 locales donde el fin de semana se reúnen unos 5.000 jóvenes. Es La Cubierta de Leganés, donde la marcha tiene hasta su propia parada de Metrosur: Casa del Reloj.
Es cerca de medianoche y algunos jóvenes desafían el frío y hacen botellón en la explanada frente a la estación.
Primera parada, una bocatería. Esperan por igual para comer o beber algo españoles, latinoamericanos, eslavos o subsaharianos. Pero cada uno en su espacio.
"Evita la planta de arriba, son todo locales para suramericanos y gitanos", advierte el camarero, quien indica algunas discotecas "para españoles".
Avanza la noche y los locales están llenos, pero sin tensión. "Desde que pasó lo de Costa Polvoranca esto está muy tranquilo, pero casi nunca es así", cuenta un camarero, antes de enumerar algunos sucesos, casi todos peleas. "¿Drogas? Ése es el pan nuestro de cada día. Se mueve de todo. Y armas. Hay que tener cuidado con quién te metes", afirma.
Presencia policial
Varios coches de policía hacen ronda alrededor de la plaza. "Siempre hay algún que otro secreta", relata la dueña de una cervecería que dispone de seguridad en la puerta, como cualquier discoteca. "Es que me han amenazado hasta con un hacha", se justifica. Y señala un grupo de hombres vestidos de negro, fuera del local. "Esos son españoles, y cubren la seguridad del exterior de la plaza. Luego, cada uno tiene sus propios vigilantes".
Aquí las horas de cierre son muy relativas. Son las cinco de la mañana, aunque ella abrirá hasta las siete, como casi todos los locales. "Y el viernes hice turno de 24 horas", asegura.
"No es excesivamente conflictiva"
La concejal de Seguridad de Leganés, Laura Oliva, afirma que La Cubierta "no es una zona excesivamente conflictiva". "Los sucesos que ocurren son los típicos de lugares así", señala, aunque no aportó cifras de agentes destinados a la seguridad o de intervenciones de la policía local.
Una plaza de toros reconvertida en lugar de marcha. Más de 50 locales donde el fin de semana se reúnen unos 5.000 jóvenes. Es La Cubierta de Leganés, donde la marcha tiene hasta su propia parada de Metrosur: Casa del Reloj.
Es cerca de medianoche y algunos jóvenes desafían el frío y hacen botellón en la explanada frente a la estación.
Primera parada, una bocatería. Esperan por igual para comer o beber algo españoles, latinoamericanos, eslavos o subsaharianos. Pero cada uno en su espacio.
"Evita la planta de arriba, son todo locales para suramericanos y gitanos", advierte el camarero, quien indica algunas discotecas "para españoles".
Avanza la noche y los locales están llenos, pero sin tensión. "Desde que pasó lo de Costa Polvoranca esto está muy tranquilo, pero casi nunca es así", cuenta un camarero, antes de enumerar algunos sucesos, casi todos peleas. "¿Drogas? Ése es el pan nuestro de cada día. Se mueve de todo. Y armas. Hay que tener cuidado con quién te metes", afirma.
Presencia policial
Varios coches de policía hacen ronda alrededor de la plaza. "Siempre hay algún que otro secreta", relata la dueña de una cervecería que dispone de seguridad en la puerta, como cualquier discoteca. "Es que me han amenazado hasta con un hacha", se justifica. Y señala un grupo de hombres vestidos de negro, fuera del local. "Esos son españoles, y cubren la seguridad del exterior de la plaza. Luego, cada uno tiene sus propios vigilantes".
Aquí las horas de cierre son muy relativas. Son las cinco de la mañana, aunque ella abrirá hasta las siete, como casi todos los locales. "Y el viernes hice turno de 24 horas", asegura.
"No es excesivamente conflictiva"
La concejal de Seguridad de Leganés, Laura Oliva, afirma que La Cubierta "no es una zona excesivamente conflictiva". "Los sucesos que ocurren son los típicos de lugares así", señala, aunque no aportó cifras de agentes destinados a la seguridad o de intervenciones de la policía local.
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